En los últimos años, en la historia del Parkour se han dado una serie de disputas y controversias por los eventos que incluyen competencias. Por un lado, algunos los defienden como una forma de
convivencia y mejora; y por otra parte, otros señalan que la filosofía original habla de “no competir”, que la finalidad de esta disciplina no es ser mejor que otros, sino ser la mejor versión de uno mismo.
Desde mi perspectiva, las bases del parkour nos hablan de no buscar una motivación en vencer a alguien. No marcar nuestro punto máximo de superación únicamente cuando le ganamos a otra persona. Esto no significa que la competencia sea algo “malo”, sólo sugiere que ésta no sea nuestra marca personal para conseguir logros.
Se puede alcanzar un progreso constante y eficiente al estar en una exigencia y reto personal día a día. Suena fácil o un tanto trillado, pero en realidad es un camino duro por recorrer (y es aquí cuando digo que el pk sólo es para aquellos que desean superarse).

La no competencia es algo increíblemente atrayente en el sentido de que las personas que practican Parkour rara vez se sienten frustrados ya que día a día van descubriendo como van superándose en habilidad, resistencia y fuerza; el no compararse con otros permite siempre salir ganando, saber que uno es diferente a los demás y que la evolución de cada uno se marca con distintos tiempos.No me considero con el derecho de decir quién hace parkour y quién no, quiero creer que cada uno sabe a lo que se dedica, pero lo que sí me atrevo a decir es que nadie puede nombrarse “más evolucionado” que otro por el hecho de involucrarse en competencias, o decirse con una buena práctica del pk por llevarlo lo más “puro” posible. Son enfoques diferentes, pero los dos manejan el constante crecimiento como finalidad.
Algunos afirman que con las competencias se logra una mayor difusión de la disciplina, pero otros dicen que esta difusión no es la correcta. Dicen que los espectadores sólo ven la competencia en sí, que se involucran en el pk pensando que ésta es la meta principal. Pienso que aunque existan competencias o no, siempre habrá personas que se acerquen al pk con distintas posturas. Habrá quien quiera aprender para ser participe de un evento así o para ser popular en su escuela, y habrá quien lo use como una actividad de auto dirección o sólo para estar en forma. Esto ha pasado desde sus inicios y seguirá pasando.
No me parecen malas las competencias, lo que es verdad, es que nos dan más chamba a los que nos gusta difundir la idea de no buscar la superación en base a vencer a alguien más o en el reconocimiento de otros. Pero bueno, eso será un reto más para uno como guía.
En conclusión, diré que competir es fundamental para lograr romper los límites... contra qué se compite, eso, es decisión de cada uno.
Desde mi perspectiva, las bases del parkour nos hablan de no buscar una motivación en vencer a alguien. No marcar nuestro punto máximo de superación únicamente cuando le ganamos a otra persona. Esto no significa que la competencia sea algo “malo”, sólo sugiere que ésta no sea nuestra marca personal para conseguir logros.
Se puede alcanzar un progreso constante y eficiente al estar en una exigencia y reto personal día a día. Suena fácil o un tanto trillado, pero en realidad es un camino duro por recorrer (y es aquí cuando digo que el pk sólo es para aquellos que desean superarse).

La no competencia es algo increíblemente atrayente en el sentido de que las personas que practican Parkour rara vez se sienten frustrados ya que día a día van descubriendo como van superándose en habilidad, resistencia y fuerza; el no compararse con otros permite siempre salir ganando, saber que uno es diferente a los demás y que la evolución de cada uno se marca con distintos tiempos.No me considero con el derecho de decir quién hace parkour y quién no, quiero creer que cada uno sabe a lo que se dedica, pero lo que sí me atrevo a decir es que nadie puede nombrarse “más evolucionado” que otro por el hecho de involucrarse en competencias, o decirse con una buena práctica del pk por llevarlo lo más “puro” posible. Son enfoques diferentes, pero los dos manejan el constante crecimiento como finalidad.
No me parecen malas las competencias, lo que es verdad, es que nos dan más chamba a los que nos gusta difundir la idea de no buscar la superación en base a vencer a alguien más o en el reconocimiento de otros. Pero bueno, eso será un reto más para uno como guía.
En conclusión, diré que competir es fundamental para lograr romper los límites... contra qué se compite, eso, es decisión de cada uno.
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